Durante la mañana del día 06 de agosto de 2013, fue hallado en la Parcela nº 6, Sector Chihuaihue, el cuerpo de Rodrigo Melinao Lican, el cual se encontraba hasta ese momento en clandestinidad. A sus 26 años, había sido ejecutado por la espalda, sin mediar juicio ni provocación.
Melinao, hasta aquel momento, era wesrkin-werken de la comunidad Rayen Mapu, una de las tantas que estaba y está en proceso de recuperación territorial en el Chiwaywe Winkül. Este antiguo cerro fue un sitio estratégico en la defensa de la zona ante la invasión del Ejército chileno en la segunda mitad del siglo XIX, y tras ser usurpado por la familia Mackay, generaciones de familias, ya reducidas dentro en sus títulos de merced, dieron la vida entera por recuperar lo suyo.
Así lo hicieron los antiguos qué, desde 1961, iniciaron el proceso de recuperación territorial qué, en su momento, le costó la vida a Carlos Collio y la cárcel al Lonko Juan Millacheo, el cual sostuvieron con firmeza hasta el Golpe de estado de 1973. Y con esa misma convicción, lo hicieron sus descendientes, décadas más tarde al ver como las forestales iban acabando con toda la vida del lugar. Del mismo modo como fueron perseguidos sus antiguos, así fue perseguido Rodrígo Melinao, quien sabiendo a lo que iba, se declaró en clandestinidad en 2011.
Aquel año, desde el 26 de julio, el Tribunal Oral en lo Penal de Angol lo había condenado a 5 años y un día de cárcel por el delito de incendio de plantaciones forestales, más 541 días de presidio por daños a dos buses y un camión aljibe, todo ello, en terrenos usurpados en manos de Bosques Cautín S.A. Para declararlo como culpable, la acusación se sustentaba en el uso de testigos protegidos, por lo que, mientras su defensa presentaba su recurso de nulidad, Melinao se encontraba refugiado por los suyos, hasta el día de su muerte
Tras su asesinato, las protestas a lo largo de Wallmapu llorando su muerte y luego de su funeral, la Corte Suprema anula en octubre de 2013 el juicio en su contra por falta de pruebas, ordenando su reanudación en Angol. Finalmente, en febrero de 2014, el mismo Tribunal Oral en lo Penal de Angol lo terminaría absolviendo postumamente. Los supuestos testigos protegidos ni siquiera se presentaron al juicio.
En respuesta y ante los nulos avance de la investigación, CIDSUR presentó en enero de 2015 una querella criminal por delito de homicidio calificado en nombre de Melinao, por el cual aun no se ha hecho justicia. La respuesta del Estado fue, al tiempo, armar la Operación Tauro, bajo la cual se buscó acusar a su hermano Hugo Melinao, de formar supuestas milicias privadas, acusación de la cual también saldría libre.
Hoy, a once años de su muerte, no solo buscamos recordar al primer ejecutado político mapuche a manos de un gobierno de Sebastián Piñera, sino también a un weichajo, a un wesrkin, que supo hacer suyo el camino de lucha que le habían dejado sus antiguos, y por el cual transitó con firmeza hasta su retorno al Wenumapu.