6 de Octubre de 2024

Cuando las rejas no detienen la lucha: Las huelgas de hambre de los PPM Hector Llaitul y Facundo Jones Huala

Dentro de nuestro pueblo siempre ha brotado gente que se ha levantado en resistencia desde tiempos inmemoriales, contra viento y marea, frente a la injusticia y la opresión. En este inicio del nuevo año, las condiciones no han cambiado mayormente a ambos lados de la cordillera. Ambos estados siguen empeñados en usar todo su aparato para desarticular la lucha autonomista, criminalizando a sus militantes y procesarlos desde un principio como enemigos del estado. 

Así es como en la cárcel de Temuko, hoy se encuentran en Huelga de Hambre, dos convencidos militantes autonomistas, cada uno proveniente de uno de los lados de la Füta Mawisam-Pisre Mawisam, la Cordillera que une al Wallmapu. Éstos son el histórico vocero de la CAM, Hector Llaitul, y el lonko de la Lof Cushamen, Facundo Jones Huala. Ambos, en el fondo se encuentran presos por el mismo delito: Incitar a nuestro pueblo, en palabra y acción, a ponerse de pie contra el colonizador. 

Hector Llaitul esta semana ya cumple un mes de Huelga de hambre. Entre sus demandas, además de denunciar la persecusión política del gobierno con respecto a la CAM, está la anulación del juicio que lo condenó a 23 años de cárcel, 15 de ellos por llamar a ejercer el derecho a la rebelión y, en específico, a actuar en contra de las forestales y de todas las inversiones que han saqueado y empobrecido al Wallmapu durante estos 50 años de capitalismo neoliberal. En su caso, el 06 de junio pasado, la Corte Suprema de Santiago había acogido el Recurso de nulidad presentado por la defensa, el cual debió haber sido revisado este lunes 17 de junio. Sin embargo, este ya lleva tres semanas postergado.

Fuente: Libertad PPM CAM (Instagram)

Mientras tanto, en el caso de Facundo Jones Huala, se suponía que el pasado miércoles 26 de junio debió haber salido en libertad, según lo acordado en el Acuerdo de Extradición que firmaron ambos estados en enero de 2024. En éste se señala claramente que, del total de su condena de 6 años, debían abonarse los 11 meses y 5 días que estuvo preso en Esquel como parte del total de esta, debiendo ser el resto cumplido en lado chileno. Sin embargo, la Justicia Chilena decidió unilateralmente transgredir este acuerdo, impidiendo su salida y manteniéndolo en prisión hasta junio del 2025. Ante aquella situación, Jones Huala decidió el mismo miércoles 26 iniciar una Huelga de hambre seca, la cual ya cumple una semana, y en la cual exige que se cumpla lo pactado en el acuerdo.

Fuente: Radio Kurruf (Instagram)

Estas huelgas, en pleno 2024, se dan en un contexto en que ambos estados están gobernados por dos presidentes que, salvo sus diferencias en temas valóricos, su visión de Palestina y al hecho de que Chile ya lleva 40 años bajo el modelo, son en los hechos, gobiernos de cuño neoliberal. Ambos son cercanos a los intereses de  Estados Unidos y el bloque atlantista, comparten la defensa sostenida del capital transnacional y su presencia, han profundizado el extractivismo, y no han dudado un segundo en perseguir y desarticular de los movimientos sociales y políticos que atenten contra sus intereses.

En el caso de la lucha mapuche, a ambos lados de la cordillera, no son más que herederos y continuadores de sus precedesores en el sillón presidencial, desplegando el Manual clásico al respecto, que plantea la implementación de forma coordinada, tanto de la cooptación de los sectores más proclives a la institucionalidad, como la criminalización total de los sectores más rebeldes. Lo que, tragicómicamente, la hoy nuevamente ministra de seguridad argentina, Patricia Bullrich, bautizó en plena Operación Huracán-Andes, como la “chilenización del conflicto”. 

Ninguna manzana cae lejos del árbol. Ni Milei con respecto a Macri/ Bullrich., ni tampoco Boric con respecto a Bachelet/Aleui. Extracto de reportaje del Observatorio Petrolero Sur de 2017

En estos momentos de criminalización de las luchas sociales a ambos lados de la Cordillera, es de vital importancia hablar de las Huelga de Hambre. Ésta es la medida de presión, el método de lucha por excelencia con la cual cuenta un Preso Político para poder protestar tras las rejas. Es llevar el cuerpo al máximo de su resistencia con tal de quebrar los límites de los barrotes del winka malal y hacer presente la necesidad y justeza de sus demandas.

La Huelga de Hambre busca, incomodar al opresor al visibilizar la realidad de la existencia misma de la Prisión Política, el pelear condiciones mínimas durante su estancia en prisión, y al mismo tiempo, exigir su libertad absoluta. Por lo mismo, hoy mas que nunca, hacemos el llamado a no dejarlos abandonados, ni siquiera por redes sociales. La Huelga de Hambre, al interior de las cárceles, es el equivalente a lo que hacen nuestros pu weichajo en los momentos decisivos de desalojos, que es asumir el entregar la vida como una consecuencia de la lucha misma.