por Carolina Carillanca
Las bases de la estructura sociopolítica actual
Para la historia política contemporánea del pueblo mapuche williche, el Tratado de Las Canoas, es fuente de reconocimiento de la propiedad ancestral y garante de la autodeterminación de la Fütawillimapu, las grandes tierras del sur, que abarcan desde el río Toltén por el norte hasta Aysén por el sur.
Este documento sienta las bases de la Junta General de la Butawillimapu con vigencia hasta nuestros días. Posteriormente durante la primera mitad del siglo XX, fue objeto de reconocimiento de las autoridades chilenas quienes valiéndose del pacto soberano y entregaron Los Títulos de Comisarios a los caciques (1827-1832). Hasta que en 1853 mediante decreto fueron declarados nulos, por cuanto el Estado chileno no tenía una institucionalidad en las provincias de Valdivia y Llanquihue.
La historia territorial se sustenta en la tríada documental: Parlamentos de las Canoas, Títulos de Comisarios y Memoriales Mapuche Williche. En la actualidad cualquiera sea la estrategia de defensa territorial lleva consigo el fundamento del pluralismo jurídico. A partir de ellos se funda el reconocimiento de las autoridades ancestrales y la legitimidad de los documentos históricos que georreferencian el territorio antiguo mapuche williche. Sin lugar a duda, este hecho histórico marca los derroteros políticos del derecho al gobierno propio y también el marco relacional del pueblo mapuche williche frente al mundo.
En nuestra región cada 08 de septiembre los Caciques de la Futawillimapu llegan a la Gobernación de Osorno para entrevistarse con las autoridades y renovar de manera simbólica el Pacto de Paz. Según los registros del diario La Prensa de Osorno se constata que a partir de la década de 1940 se conmemora de manera interrumpida este acto político, entre autoridades ancestrales y representantes del pueblo chileno.
Los hechos
El 08 de septiembre de 1793, en las orillas del río Las Canoas (hoy río Rahue) fue concertado el Tratado de Las Canoas o Parlamento General de Las Canoas. En la reducción de Rahue, provincia de la Fütawillimapu, concurrieron la mayoría de los caciques de la provincia con la sola excepción de Queypul de Río Bueno.
La política de la Corona española con los caciques mapuche se tradujo en la concreción de parlamentos que resultaron en Tratados. En este contexto se desarrolló el Parlamento de Las Canoas, convocado por el gobernador de Chile Ambrosio O´Higgins, tras el alzamiento de los cacicados de Río Bueno y Ranco en octubre de 1792. Esta rebelión desató un estado de guerra donde los cacicados asaltaron la misión de San Pablo Apóstol de Río Bueno y las haciendas vecinas, en contraparte, los españoles desplegaron la represión en contra de los alzados y también los no alzados (para el caso regional). Para las autoridades españolas la finalidad del Tratado estuvo relacionada con la reapertura del camino Valdivia-Chiloé y la repoblación de la antigua ciudad de Osorno.
El Parlamento de las Canoas en 1793, significó la última instancia diplomática entre las autoridades del pueblo williche residentes en la actual provincia de Osorno y las autoridades de la Corona española. Su concreción implicó; primero, la cesión de una franja territorial desde la confluencia de los ríos Rahue y el río Damas hasta la cordillera para la refundación de Osorno; segundo, la sujeción política y judicial de los Cacicados Williche a la autoridad colonial y con ello su colaboración armada ante cualquier amenaza de los enemigos de la Corona y, por último, su conversión a la fe cristiana mediante la aceptación de las misiones y su participación en éstas. Acuerdos que hasta nuestros días son sujeto de debate al interior del pueblo mapuche williche. A nuestro juicio, la jurisprudencia de la época reconoció la posesión territorial de los mapuche williche y su capacidad de resolver asuntos internos (una comunidad política).
Los alcances quedan de manifiesto en la la división regional del territorio. Las cordilleranas quedaron en manos de los mapuche williche y los llanos en poder de los españoles. Acuerdo vulnerado con la aparición del Estado nacional y el proyecto de colonización germana, en donde criollos y colonos proyectaron la base expansiva del capitalismo agrario, desde los llanos hacia sectores cordilleranos usurpando la propiedad ancestral. Fuente inagotable de conflicto hasta nuestros días.
Pensar el Acuerdo de Paz a 230 años
En una de las últimas conmemoraciones, recuerdo haber escuchado al Apo Ülmen mayor, Antonio Alcafuz Canquil decir que: el Acuerdo de Paz de 1793 no puede entenderse como una derrota para los mapuche, son los winkas quienes no han dado cumplimiento a su palabra. Aclaro que este fue el sentido de la oratoria (no hay registro de audio). El significado de sus palabras requiere la interpretación desde el conocimiento mapuche: ¿Cuáles son los sentidos políticos de los Parlamentos? ¿Por qué y para qué reconstruir el poder de la estructura sociopolítica? No soy la indicada para dar una respuesta pública. Hay lugares y lugares para el Trawün.
Lo que sí puedo hacer, es contribuir a la conversación acerca de las historias del tiempo largo desde la Fütawillimapu. Tengo esperanzas en las generaciones jóvenes y para eso hay que trabajar en proyectos educativos propios que contribuyan a sentirnos tratados como personas. Por mientras, hay que destacar que, en los últimos años cada vez son más los establecimientos educacionales que dedican espacios de la jornada escolar a la memoria del Tratado de Las Canoas. Enhorabuena se comienzan a reparar el desconocimiento social de los mapuche williche en su propio territorio. Bien por la re-educación de la sociedad.